sábado, 19 de enero de 2013

El Inicio de un Cuento


 

 
Ana Castelbón, Ilustración para el cuento inédito
El Sapo que no Quiso ser Príncipe
(Acuarela y tinta sobre papel)

 
 
Pocas veces he visto tanto amor como el que desprendía aquella niña diminuta abrazando a ese enorme, gordo e indiferente sapo.
Aparecían en un reportaje fotográfico que una revista, usualmente atenta a grandes casas y amores nuevos de infectos personajes, publicó hará ya más de diez años. Los padres de la pequeña, no recuerdo si eran antropólogos, biólogos, primatólogos o misioneros, pero sí que pertenecían a esa casta de afortunados que viven haciendo lo que aman, ( y retomo) la fotografiaron en plena sabana africana rodeada de antílopes, hienas, jirafas y... un sapo.
Un sapo gigantesco.
En la fotografía la niña lo abrazaba como si fuera su peluche favorito, la criatura más amorosa y dulce sobre la tierra. Lo apretaba contra su rostro y lo estrechaba entre sus brazos, sonriendo igual que Titania a Bottom...
"¿Será eso lo que nos pasa cuando nos enamoramos..?", pensé.
Y la imagen, parlanchina y molesta, se quedó conmigo. La dibujé no una, sino muchas veces, incluidas estas versiones que os dejo aquí.
Y me contó un cuento sobre un sapo, un señor sapo, el señor SapoGuapo, que vive feliz y enamorado de su prometida, la encantadora Petula, hasta que... Bueno, hasta que le besan, claro. Es lo que pasa con los sapos; y al parecer, no sólo en los cuentos.





2 comentarios:

  1. Estoy deseando leer este cuento en su totalidad!!
    Ana, tienes un blog maravilloso!! Lleno de vida y luz...y de ti misma.
    Espero y deseo ver pronto este cuento en las librerías.
    Tu admiradora a-secreta.

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  2. Siempre me animaste a hacerlo, a dibujar y a crear. También en esos años tan complicados.
    Gracias, de corazón.

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